martes, 6 de marzo de 2012

Texto Rojo (19-04-2011)


Escapando poco a poco de la locura fatídica que me rodea estoy aferrándome a su penumbra. En estos momentos cuando deseo cambiar de cuerpo porque las pieles se me acabaron. Voy tratando de medir mis sentimientos con el termómetro mis pensamientos, haciendo que se sientan menos rotos y vacíos.
Sé que soy complicado, simplemente hay días que no me hallo y quiero desaparecer todo lo que conocemos como vida. Las musas en estas ocasiones se empeñan en volverse furias y sojuzgarme como lo hicieron con Electra y Edipo.
Así pues señorita azul, en este día de pésimo clima le pido que me tenga paciencia. Deseo que me siga ayudando a eliminar el veneno que alguna vez cree en noches solitarias e inciertas, pues a pesar de todo el azul inyectado todavía hay algunos rastros de veneno que me atacan entre sabanas. Le pido que me desollé y saque las viseras podridas que todavía tengo. La cuestión no es morir, sino poder resucitar entre sus brazos azul intenso mientras sus caricias me colman de gran intensidad.
¿Señorita azul, que tan purpura desea quedar al permanecer a mi lado?

3 comentarios:

  1. Son los ultimos escritos que quedaban. Cosas que nunca le envíe junto con tres cartas, dos las miro, una no. :)

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