Dolores (VII)
Ausencia
Y si vuelves, mujer-gata de ojos verdes, te dejaría arañar un rato mi espalda, te dejaría sonreír un rato en la mañana, te dejaría, te dejaría hasta que te plazcas. Pero no vuelves, y yo no maúllo, yo no me estiro, yo no respiro.
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