sábado, 20 de diciembre de 2014

Atardeceres

Atardeceres

De la Mujer-Sol me encantan sus ojos tiernos y su sonrisa que ilumina. Se acerca a mis cabellos y me consiente la barba, me abraza; no dice mucho, solo me abraza y deja que toda la tristeza se vaya por un rato, por un tiempo. A ella le doy corazones y primaveras como un hermano puede hacerlo, la mimo y le pataleo, le doy sonrisas como un Hombre-Sol y me alegro por todo lo que he vivido con ella: los anocheceres hablando hasta los nuevos anocheceres, lo cruel y directo de sus consejos que son tan certeros como ella, la emoción de empezar a hacer cosas nuevas, lo bello que es el invierno cuando se está cerca de sus pupilas, el pequeño firmamento que se crea cuando ella me mima y sobre todo, la sonrisa de Diosa-Mujer-Sol que tiene.

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