Seguridad
No nena,
nunca estaremos seguros
Y nos asaltarán los mandriles
que habitan en nuestro cuello
y gritaremos muy necios
hasta que la policía nos detenga.
No hay ninguna seguridad
de que sobrevivamos
a esto que llamamos amor
a esto que llamamos compañía
y podremos volvernos locos
y encontrarnos en el manicomio
o en la morgue
Y nos volveremos a amar
como cuando fuimos gaviotas
y devorábamos peces arcoíris
o cuando fuimos esos mismos peces
naufragando juntos en el mar
y nos miraremos a los ojos
de locos
o de muertos
y encontraremos que a pesar de todas las peleas
de los mandriles que habitan nuestros cuellos
de todas las inseguridades estúpidas
de todos los gritos necios
no hay mayor amor
del que nos tenemos.
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