A19 (Aleatorio 20)
El segundo asalto fue fingir que podías planear conmigo todo un universo, que cada poro tuyo confiara en cada verso que salía de mis dedos; me propuse hacerme susurro en tus sueños, ser el sabor que queda después de una menta. Es simple: un golpe a tus costillas y otro a tus pulmones, era más fácil contaminar cada molécula tuya que fingirme dolido, el dolor es solo un pedazo de anfetamina y siempre sabe bien después de un tiempo. El segundo asalto lo gané hace rato, lloraste tantas noches después de mi partida que mi garganta sabe a mar. Ahora estamos a mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario