J.B.: Te amo
A.S.: Yo te quiero. Nunca he amado.
J.B.: ¿Me quieres? querer es una palabra que se inventaron los cobardes para no definir sus sentimientos. Tú quieres a un perro, a un juguete, hasta a un objeto, pero amar es diferente. El amor es la definición de un sentimiento que sobrepasa las neuronas. El amor invade el alma, la llena de alegría y adrenalina; es la perdida momentánea de la nostalgia.
Las personas dejamos de hacer la diferencia entre esos términos y la utilizamos hasta para para hablar del jabón de manos.
Te lo digo una vez más: Te amo. Prefiero prostituir el término y decírselo a las personas que pasen por mi vida dejarme llevar por una corriente tan absurda de este siglo.
A.S..: (risas) Tú sabes que mi querer es diferente…
J.B.: Vamos preciosa, sé que tu querer es diferente. Me has mostrado tu querer pasional impregnado con magia azul. Me has demostrado que tu querer es igual a mi amor. Principalmente es el que necesito para mi vida, para mi alma. Mi “te amo” no es algo total: te amo, pero un día te irás y yo te dejaré de amar. No es eterno.
A.S.: Aunque lo digas así, espero poder quedarme mucho tiempo
J.B.: Quédate lo que tengas que quedarte. Hoy, por lo menos. Ven a la cama
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