jueves, 26 de diciembre de 2013

Rastros de la Mujer Sol


Yo la quiero conocer, la total, la completa, la real, la que es. No quiero la máscara, la mascara apártela. Quiero ver a la que se deprime, la que llora, la que sonríe de verdad, la fría que se derrite y vuelve a ser fría ante los demás, la que detesta la sonrisa de la Monalisa por ser hipócrita, la que le apuesta a soñar e idealizar. La mujer sol que está agonizando.

Déjeme fusionar sus pensamientos en un instante con los míos mediante un abrazo. Déjeme consentir su cabello dorado y dormirla en mi pecho, besarle el cuello y despertarle el libido de infierno. Déjeme ser en usted un momento con una gran sonrisa y sea usted en mí con una mirada.

Para usted tengo reservado en mi cabeza un escrito de terciopelo con margaritas, incluidas las sonrisas y diablillos. Un escrito hecho con ternura y lujuria esperando a borbotar de mi garganta o de mis manos directo no a un papel, sino a su corazón.

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