sábado, 22 de agosto de 2015

Construcción

Construcción

Construimos una casita roja, con un ladrillo de sinceridades imperfectas.

Dios, te dije tantas veces que habíamos empezado con el pie izquierdo...!!!!

Dentro de la casita roja, el río de mis miedos cubrieron nuestra cama y tu silencio los acobijaba. 

Las baldosas estaban llenas de fisuras, los amantes que te rondaban y querías conservar. Y poco a poco se fue cuarteando el piso y los huecos se fueron ampliando en mi mente. Tu silencio se volvió dinamita que utilizaste para cazar los peces en mi corazón.

Y la casita se empezó a volver gris, y te propuse pintarla toda de rojo. Pero preferiste dejar la casita lejos, fuera de mi vista. Y dejaste mi cadáver adentró, hasta que el olvido se encargó de despertarme.

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