domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Quieres Jugar?

¿Quieres jugar?

Debo advertirte que no soy bueno en esta clase de juegos. Me entrego, me sacio, amo, me ilusiono, me obsesiono y finalmente termino perdiendo.

¿Realmente Quieres jugar?

Debo de nuevo decir algo antes de que respondas.

No soy la clase de chico malo y testarudo que se va dejando todo atrás, no soy el rompecorazones que se jacta de sus números ni un bribón que te promete amor sin sentirlo y después coge rumbo tras la siguiente victima. No soy el vacío que se expulsa tras la bocanada de cigarrillo y el orgasmo sin sentido.

Insisto nuevamente, ¿Quieres jugar?

Si quieres jugar, solo puedo prometer amor sin condición y un corazón destinado a ti en todo momento. Puedo prometer sonrisas y caricias de las que se sienten y el tacto en tu piel de sombrío terciopelo. Puedo prometer un mundo de sensaciones, olores y razones, donde la idiosincrasia mía se revolverá con tu dulce líquido, trayendo locura tras noches de placer y de instinto salvaje.

Después de todo esto, sigo preguntando... ¿Quieres jugar?

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