jueves, 10 de febrero de 2011

A una extraña

A una extraña

Al mismo tiempo que te pienso, es extraño que este extraño este deseoso de sentir tu aliento de nuevo y se muera de amor por vos.

Extraño tu aliento en mi boca. Extraño tus caras y pucheros después de tus actitudes descaradas.
Extraño tu mirada tierna llena de amor para luego cambiar en instantes que piensas que no miro a miradas instintivas y salvajes.
Extraño tu alma azul forjando mis ilusiones rojas.
Extraño tu vida cautiva entre mi cuerpo.
Extraño tus manos firmes deslizándose en mi piel mientras mis dientes dominan tu cuello nervioso.

Extraño tu cabello con aires azules y tintes de primavera.
Extraño ese ruido que haces al caminar y la música que hace tu corazón al latir cuando estamos juntos sin articular palabras, solo conociéndonos uno al otro al observarnos fijamente.
Extraño tu espalda tan blanca y sedosa, tan llena de sensaciones, contorsionándose con pasar mis manos.

Y mientras te extraño, siento que mi extraña inconciencia desea verte.
Desea hablar con la hermosa extraña que sonrío la primera vez que nos vimos.
Desea sentarse al lado de ella al frente de la fogata y disfrutar de una buena charla.
Desea tomarse un café y darle un beso o abrazarla en medio de un parque.
Desea entregarse a esa extraña vez tras vez, hasta que no quede nada más que entregar. Hasta que el universo se colapse y todo desaparezca.
Una extraña y un extraño en el medio la locura primaveral.
Una extraña y un extraño en medio de un camino púrpura.
Una extraña y un extraño sintiendo la ausencia del otro.
Una extraña y un extraño respirando, solo respirando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario