jueves, 17 de abril de 2014

Dolores (V)

Dolores (V)

Intervalo efíterno con CherryFive

Un contrabajo suena en sus caderas mientras se mueven al ritmo de las mías. El sonido sale de su garganta indicando éxtasis mientras entro un poco más. El caos nos envuelve, el placer nos consume como acto reflejo de nuestro amor. Siento sus espasmos mientras su cuerpo confirma la cúspide del orgasmo. Me pide que llegue. Minutos después, las lágrimas blancas salen dándome descanso y felicidad. Mi esperma se esparce en su cuerpo. Me recuesto al lado de ella y entro en trance: veo colores pardos y fluorescentes que se expanden entre meteoros alados y dragones mecánicos, me siento sumergirme en alquitrán mientras mis dedos desaparecen junto con el aire. No soy sino solo un instante de hemoglobina y átomos disolviéndose imaginariamente. Mi boca se abre y mis cuerdas vocales se mueven por impulso de otro ente que habita en mí, un ser salido del onirismo que tiene como fin trasbocar poesía entre los oídos de la electroerótica. Soy una fuente de agua donde se bañan las náyades. Ella me escucha, me abraza y me besa tiernamente. Yo, vuelvo a mi realidad y mis recuerdos son leves de lo que sucedió después del orgasmo. La abrazo, la beso y la consiento. Le digo que la amo... Hay música en mi cabeza, es el sonido de ella diciéndome que no quiere irse de mi lado.

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